jueves, 23 de agosto de 2012

CAPITULO 4 ♥


Cuando llegamos, me bajo del coche en brazos y me quito la venda. Cuando vi esa playa, con el agua cristalina y completamente desierta, me quede sin palabras.
-Jo.. Jos…  Josh… Es preciosa
-Me alegro de que te guste. En ese momento me cogió de la mano y me llevó a la orilla de la playa, donde había un mantel enorme de cuadros rojos y blancos con una cesta, también bastante grande, en el medio.
-Vamos a comer aquí, ¿te gusta? Estaba esperando a que dijese algo pero la verdad que es que no sabia que decirle. Todo esto era impresionante, no solo la playa sino como me había enamorado de el en tan poco tiempo y lo perfecto que era. Era como siempre me lo había imaginado mientras que veía sus películas o miraba los miles de posters de mi habitación.
-No se que decirte Josh, eres tan genial, tan perfecto. Eras como siempre me había imaginado. En ese momento sus mejillas se sonrojaron pero me cogió por la cintura y yo me acurruqué sobre su pecho. Estuvimos así media hora que se hizo la media hora mas corta de mi vida.
-¿Nos bañamos? Le dije. Hacia mucho calor para ser el primer dia de primavera y el agua estaba caliente y yo tenía unas ganas de bañarme en la playa enormes.
-Pero si no tenemos bañador. En ese momento me levante la camiseta y me quede solo con el pantalón y el sujetador. Al instante también me quité los pantalones y acabé en ropa interior. Me metí al agua de cabeza y cuando me di la vuelta para mirarle estaba embobado, como si hubiese visto un, esta vez si que era como si hubiese visto a un angel, no un fantasma.
-Vamos, entra.
-No, no me apetece, te espero fuera. Estaba sentado en el mantel y lo único que hacia era mirarme, pero esta vez no me incomodaba.
-Porfa, porfa, porfa, ven aquí conmigo. Le puse pucheros mientras que le decía esto pero no funcionaron así que salí del agua y me tiré encima de él, mojándole la camiseta.
-Bueno vale, ya voy. Aunque prefiero quedarme mirándote. Mientras que decía eso, yo le quitaba la camiseta y los zapatos. Luego el se quitó los pantalones y me cogió en brazos para tirarme al agua.
-¡Para, suéltame, Josh, suéltame! Le grité mientras que le clavaba las uñas en la espalda.
-Al agua patos. Me tiró al agua y el cayo después conmigo.
Estuvimos en el agua chapoteando, besándonos y haciendo el tonto una hora. Después salimos a comer y continuamos besándonos hasta  que el sol ya estaba alto. Vimos el atardecer juntos y después me llevó a casa. Cuando llegamos a la entrada de mi casa, las luces estaban apagadas, por lo que mi madre no había vuelto.
-Buenas noches princesa. Me dijo mientras que me besaba.
-¿Quieres pasar? Mi madre no está en casa.
-Vale, pero en un rato me voy, que mi madre se estará preocupando.
Aparcó el coche mientras que yo abría la puerta de casa y encendia  las luces del porche. Cuando entré a la cocina, vi que la luz del constestador estaba parpadeando. Pulse el botón y la voz de mi madre empezó a sonar:
Sara, esta noche no voy a casa a dormir, mañana tengo una reunión importante y trabajaré hasta tarde. Pide comida china si quieres, o buen,  lo que te apetezca. Estaré fuera un par de días porque la reunión es en Nueva York. Tienes dinero en el bote de la mesita de la entrada asi que haz la compra. Y si, te levanto el castigo hasta que vuelva. Te quiero mucho hija. Un beso, mama.
-¡Josh, Josh, Josh! Le grité desde la cocina ya que el aun estaba saliendo del coche.
-¿Qué pasa?
-Que mi madre no viene a casa a dormir, ¿quieres pasar la noche aquí?
-Oye, ¿no crees que estamos yendo muy rápido? No entendía lo que quería decir.
-¿Qué pasa? No te entiendo, en serio, ¿a que te refieres?
-Que no estoy preparado para hacerlo con nadie el primer dia, menos con alguien que me importa.
-¿Qué?!! JAJAJAAJA. ¡No me refería a eso!
-Fiu, menos mal, me habías asustado. Estaba rojo, como un tomate y yo no paraba de reirme, la situación era ridícula.
-Bueno, ¿te quedas a dormir o no?
-Tengo que preguntarle a mi madre. Espera un momento.
Mientras que Josh hablaba con su madre, yo fui a ponerme un pijama.
-¿Qué te ha dicho? Le pregunté
-Me ha costado, pero si. Mi cara se iluminó y le abracé.
Josh preparó la cena, cenamos y nos tumbamos en el sofá a ver una peli. Cuando me quedé dormida, me subió en brazos a mi cama y me abrazó y me acarició hasta que él también se quedo dormido.  

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