Me dio un beso largo e intenso que me dejo sin aliento.
-¿Qué haces? Le pregunté con cara de sorpresa
-Lo siento, en serio, no se que me ha pasado. Sus ojos
miraron hacia el suelo, como si fuese un cachorrito indefenso.
-No, no pasa nada… Es que me has sorprendido. Le sonreí
porque la verdad es que no me había importado.
-Bueno… Creo que es hora de irme. Se dirigió hacia la puerta
pero sin saber porque mi mano le cogió la suya y le dije:
-¿Me vas a dejar que me coma sola todo esto? Le dije
poniéndole morritos
-Bueno vale, pero cuando acabemos con esos huevos, me
voy. Me regaló una media sonrisa y se
sentó en una silla. Coloqué los huevos revueltos en una fuente y puse dos
platos y dos tenedores en la mesa. Josh se levantó para coger un par de vasos y
el agua que a mi se me había olvidado poner. Nos comimos la fuente sin hablar y
sin mirarnos por lo que en 5 minutos la fuente estaba vacia. Por fin se decidió
a hablar cuando vió que me levantaba a recoger la mesa.
-Me toca recoger a mí. Ahora ya estaba mucho mas alegre,
como si se le hubiese ido la culpa por haberme besado.
-Como quieras. Le puse la mejor de mis sonrisas y me quedé
sentada mirando como recogía todo en un abrir y cerrar de ojos. Cuando acabó se
sentó en la encimera de la cocina y me miró. Me hacia sentirme incomoda asi que
me levanté a por algo para esquivarlo, pero seguía mirándome.
-¿Por qué lo has hecho?
-¿El que? ¿El beso?
-Si, el beso. Es que no entiendo si tu no me conoces de
nada, porque lo has hecho. Yo si que quería besarte, llevo queriendo besarte
desde hace años pero tu,¿ porque ibas a quere besarme a mi?
- Es que cuando te he visto, no se he sentido que eras
perfecta y no he podido evitar besarte. Y la verdad, que no me he equivocado.
En ese momento eres tu la que se acerca a él y le besas. Sin parar de besarle,
le diriges al salón y le tiras al sofá. Estáis asi unos 10 o 15 minutos hasta
que suena el teléfono.
-No lo cojas. Te susurra Josh mientras que el teléfono
suena.
-Es mi madre Josh, tengo que cogerlo. Me levantó del sofá y
finjo una voz ronca, como si tuviese fiebre porque se supone que tengo que
estar en clase y necesito una coartada.
-Hola mama. Digo tosiendo.
-Hija, ¿Por qué no estás en clase? Estaba realmente
enfadada.
-Me encontraba mal y cuando he ido a coger el coche no
funcionaba y se ha puesto a llover y me he puesto peor y me he quedado en casa.
¿No te importa verdad? De verdad que estoy mal.
-¿Por qué no me has llamado para contármelo antes?
-No quería molestarte.
-Bueno hija pues voy para casa y así te cuido un poco.
-No hace fal… En ese momento mi madre colgó y mis planes con
Josh se habían chafado.
-¿Quién era, tu novio? Dijo en tono burlón.
-No idiota, no tengo. Era mi madre y viene de camino. Le
tiré la camiseta y la chaqueta a la cara y le empujé hacia la puerta.
-Mierda, ya ha llegado. (Oí un claxon en la entrada de la
casa). Ves por la ventana. Le di un besito y le empujé hacia unos matorrales.
Subí corriendo a mi habitación, me despeiné y me puse el
pijama. Justo mi madre entró por la puerta y parecía muy alterada…
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